Historia de memelas y comida callejera
Cholula es una ciudad que a pesar de la entrada inevitable del neoliberalismo mantiene una cantidad enorme de tradiciones cultural características de un medio
rural. Los barrios funcionan como pueblos, cada uno con su sistema de cargos y sus fiestas patronales. Esto es una manera de resistencia ante el desarrollismo
que constantemente invade a los medios rurales de México. En este sentido, la comida callejera es una forma de resistencia, tanto a la hegemonía económica
como a la cultural, es muy común que los vendedores callejeros vendan recetas tradicionales o alimentos que satisfacen las preferencias culturales de la
comunidad a la que pertenecen, presentando así una alternativa a las tendencias de homogenización de las cadenas multinacionales, los alimentos importados y los
grandes monopolios (Newman y Burnett 2013).
Consuelo Lara es una señora de 65 años que lleva 15 años trabajando en el mercado municipal de San Pedro Cholula, esta se dedica a la venta de
memelas, quesadillas, mole de panza entre otros. Ella empezó su negocio para ayudar a su esposo, ya que con lo que el ganaba, no les alcanzaba para mantener
a sus hijos. Ahora su colaboración monetaria en el núcleo familiar es esencial para el bienestar de la familia. Castells (1976) menciona que cuando la estructura
familiar se ve debilitada en la ciudad como institución fundamental, se debe al empleo masivo en plantaciones intensivas de un producto al que se es
dependiente para la exportación, por lo que muchas veces ambos padres tienen que trabajar. Hoy en día los hijos de Consuelo trabajan con ella en el negocio
familiar, regenerando vínculos familiares que habían sido extraídos por el sistema industrial. La venta de productos callejeros es un factor clave para la inclusión
social de la clase baja, ya que crea negocios de pequeña escala que tienen un impacto positivo, creando este tipo de negocios familiares y acceso a
comodidades alimenticias para los consumidores de bajos recursos (Nguyen 2016). El producto principal de su puesto es la masa de maíz azul, para prepararla ella
junto con sus hijos pone le nixcomel, lavan el maíz, lo llevan al molino, ponen el carbón, el agua a hervir, se le hecha la cal (nixtamalización), se cose bien el maíz
y queda hecha la masa. Este proceso se repite cada semana para la preparación de la masa. Una de las principales diferencias entre la comida callejera y el
fastfood, es el proceso que lleva preparar los alimentos. La comida callejera es comida rápida solamente en el momento de su venta, sin embargo, los procesos
de elaboración son largos y dedicados, y por lo tanto mucho más nutritivos y valiosos culturalmente. Es en estos espacios de relaciones sociales en donde se
consume comida hecha en casa, se disfruta de la música, las conversaciones entre personas de diferentes barrios o regiones donde nacen espacios que son al
mismo tiempo locales y translocales (Low 2011). Se estima que alrededor de 2.6 billones de personas comen comida callejera cada día (Kraig y Sen 2013).
Esto significa que más de un tercio de la población depende de esta para su alimentación diaria. No obstante, la comida local, así como la callejera se empieza a
abandonar por su reputación o por el consumo de productos enlatados, sobre-procesados o fastfood. Por esta razón es necesario reconocer la importancia de la
comida callejera en el contexto urbano, donde las exigencias de velocidad y precio la vuelven la única opción justa y local que se adapta a las demandas del sistema.
Para reflexionar:
Sabemos la reputación que tienen los estándares de higiene q en algunos puestos callejeros ¿Qué podemos hacer para incluir alimentos locales en nuestra
alimentación que cumplan con estos estándares?
Encontrar espacios donde se pueda formalizar a cierto punto, para que se
establezcan las mismas medidas de seguridad e higiene de los restaurantes
Preguntar y conocer realmente el proceso de elaboración de los productos que
consumimos
Para más sobre el tema:
La comida callejera en Cholula, Puebla (Micro-documental):
https://www.facebook.com/574725582/videos/10155922879045583/
Para el documento completo: comida callejera
Para conocer sobre los productos locales que existen en nuestro país:
https://www.slowfood.mx/arca-del-gusto
Referencias
Bernard, Alicia y Lucía Tamagni. (2003) El mercado, un espacio de resistencia
cultural que protege el territorio: el mercado de Cholula-México (Doctoral
dissertation, Universidad Nacional del Comahue).
Castells, Manuel (1976). La cuestión urbana. México Siglo XX1 Prólogo a la
edición mexicana. Modo de empleo. Primera parte. Segunda Parte y Tercera Parte
Etzold, B. (n.d.). Migration, Informal Labour and (Trans) Local Productions of
Place, 22(2), 170–184.
Kraig, B., & Sen, C. T. (Eds.). (2013). Street Food Around the World: An
Encyclopedia of Food and Culture: An Encyclopedia of Food and Culture. Abc-clio.
Low, S. M. (2011). Claiming Space for an Engaged Anthropology: Spatial
Inequality and Social Exclusion. American Anthropologist, 113(3), 389
Newman, L., & Burnett, K. (2013). Street food and vibrant urban spaces: lessons
from Portland, Oregon. Local Environment, 18(2), 233–248.
Nguyen, Thi Tan Loc; Moustier, P. (2016). Toward a Restricted Tolerance of Street
Vending of Food in Hanoi Districts: the Role of Stakeholder Dialogue. World Food
Policy, [s. l.], v. 2/3, n. 2/1, p. 67–78.