Espuma de Kakau, el regalo de México para el mundo
Uno de los regalos más preciados que México ha dado al mundo es el Kakau, como lo llamaban nuestros ancestros. Los Olmecas fueron los primeros en usar la semilla de Kakau para preparar un licor que se tomaba en rituales y eventos religiosos.
Los españoles lo endulzaron y se lo llevaron al viejo continente, en donde el theobroma (nombre científico del árbol del cacao) era consumido por las clases sociales privilegiadas, mas tarde se esparció por el mundo entero.
Llegaron los emprendedores que lo transformaron, le agregaron leche y azúcar y lo transformaron en lo que hoy conocemos como chocolate.
Desafortunadamente muchos de los chocolates que existen en el mercado no tienen siquiera un 10% de cacao, y en ese caso lo que consumimos es principalmente azúcar ( Es muy importante leer las etiquetas, ahí te podrás dar cuenta si lo que te estás comiendo es un chocolate de verdad o es un pseudo-chocolate)
Hace poco visité la Chocolatería @La Rifa en la Ciudad de México, un lugar pequeño en la Colonia Juárez, donde preparan el cacao y el chocolate de una manera artesanal, su chocolate viene de productores que trabajan de forma sostenible, de las regiones de Chiapas y Tabasco.
Sentarse en las mesas de la Plaza Washington es un placer para todos los sentidos, el olor del cacao, ver la diversidad de la gente que los visita, tener entre las manos la taza de barro con el cacao caliente, ya sea con agua ( con notas más de nuez y almendra) o con agua ( con notas más cítricas) es una delicia para el alma y el paladar.
El chocolate crea lazos, transforma vidas y genera comunidad. Eso me quedó mucho mas claro, cuando me enteré de la historia de @Oaxacanita, la primer empresa social chocolatera orgullosamente indígena de la Mixteca Oaxaqueña. @GermanSantillan su fundador, tuvo esta visión y misión de impulsar a cocineras tradicionales, artesanos de palma y cacaocultores para la producción de chocolate, y así además de hacer productos deliciosos y de buena calidad, también contribuye así al desarrollo social, económico y medioambiental de la región. Hoy en día impulsan más de 17 comunidades indígenas.
Me llena de esperanza ver cada día más lugares que retoman las tradiciones, trabajan de la mano con comunidades y entregan un producto de mucha calidad.
Nada mejor para arrancar este 2023, que una buena taza de kakau calientito.